Julio Cortázar (1914-1984)
Nadie puede ni debe ignorar a Cortázar, privarse de la extraordinaria, de la pasmosa riqueza que esta obra brinda. Ella es imprescindible a todo lector que busque la perturbadora potencia de una fantasía que, a partir de lo real inmediato, proyecta a otros planos, deja entrever otras presencias, desvela poderes extraños, insinúa un orden a la vez misterioso y muy humano. Pero Cortázar es también el perseguidor de absolutos, el inconformista que quiere cambiar la literatura porque quiere cambiar la vida. Busca descolocar, sacarnos de las casillas, desbaratar las rutinas sociales y mentales. Busca con sus ficciones posibilitarnos el uso total de nuestro albedrío, ampliar nuestras facultades, despertar nuestros atributos dormidos, intensificar el amor, asemejar el mundo disponible al mundo deseado para que volvamos efectiva al fin toda nuestra humanidad.
"En sus cuentos, Cortázar no experimentó: encontró, descubrió, creó algo imperecedero" (Mario Vargas Llosa).